UN RATÓN COME CABLES

UN RATÓN COME CABLES
Desde el “Libro de Notas” del Suboficial (Mc.Eln.Av.) (R) Óscar Palacios Álvarez

 

Cuando llegué como electrónico el año 1969 al destructor DD.14 “Blanco Encalada”, llevaba conmigo 20  años de edad, mi parche de Eln. (Electrónico) en el brazo, una ME (Mecánico Electrónico) en el pecho de mi camisa y algo de temor, ya que en mi cabeza sólo había teoría de lo aprendido.

Una vez realizado las presentaciones reglamentarias a bordo del “Blanco”, me dan a cargo un radar de control de fuego que en la ESTELEC (Escuela de Telecomunicaciones, que luego sería la ESOPER Escuela de Operaciones), no me enseñaron y más encima el Sargento jefe de los electrónicos me dijo:

¡¡El radar está fallado y el encargado tuvo que cumplir transbordo a las lanchas torpederas!!.

Al abrir el compartimento de lo que llamaban TACU (Unidad de control de adquisición de blancos), tuve que hacerlo en la punta de los pies; el radar estaba todo desarmado en el suelo. Un mes me demoré en aprenderlo, armarlo y repararlo. Me felicitaron porque hacía rato que estaba fallado y aún quedaban unos días para el zarpe en marzo de ese año. Eso me dio confianza porque pude poner en práctica lo aprendido.

Como mi radar funcionaba en conjunto con un montaje de armamento de 40 mm y además podía recibir designación de blancos desde la CIC (Central de Información de Combate), todos estaban contentos, en especial los CF (controlistas de fuego) ya que hacía tiempo que no veían funcionar automáticamente su sistema de armamento.

Cuando llegó el día del zarpe, el zafarrancho y la prueba de designación, todo estaba perfecto, el montaje se movía solo en busca del blanco. Al momento de abrir fuego, el radar se apagó. Me di cuenta de que había un par de fusibles quemados; los cambié rápidamente y el radar volvió’ a funcionar. Nuevamente se volvió a disparar y el radar se volvió a apagar.

Cuando terminó el zafarrancho comencé a buscar la falla y fui a otro compartimento donde estaba el transmisor. Luego de sacar como 20 tornillos para retirar la tapa, encontré al «responsable»; un inmenso ratón tenía entre sus dientes dos cables, que no sólo lo electrocutaron; sino que, además, los cables en el hocico del intruso producían un cortocircuito al disparar el armamento, y con ello la falla del radar. Eso le pasó al intruso por buscar calor dentro del equipo sin saber electrónica.

Solucioné el problema, el sistema no volvió a fallar y todos estuvimos contentos.

Al año siguiente volví a estudiar; esta vez al CIAN (Centro de Instrucción de la Aviación Naval) en la Base Aeronaval “El Belloto” y aunque los equipos de los helicópteros Sikorsky SH-34J y de los aviones Beechcraft C-45 no eran muy nuevos; no tenían ratones. Al parecer, no les gustaba volar.

 

Desde el “Libro de Notas” del Suboficial (Mc.Eln.Av.) (R) Óscar Palacios Álvarez.

Historia recopilada por el Suboficial Mayor Naval (R) Carlos Saldivia Rojas

 

7 comentarios

  1. Entretenida historia vivida y contada por mi Suboficial Óscar Palacios Álvarez, felicitaciones por esa y muchas otras que tiene en su libro de Notas.

  2. Muy entretenida historia vivida y contada por mi Suboficial Óscar Palacios Álvarez, como tantas otras contadas en su Libro de Notas.

  3. También me tocó cumplir mi primer embarque en ese glorioso buque y los mecánicos electrónicos de sonar contaban esa historia

  4. EXCELENTE HISTORIA. FELICITACIONES.
    OJALA MAS VETERANOS NAVALES Y QUIEN QUIERA, SE ANIME Y ESCRIBA SU PROPIA HISTORIA MARINERA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *