OPERACIÓN DE REBUSCA (SAR) DEL AVIÓN HÉRCULES FACH ACCIDENTE MAR DE HOCES (DRAKE) 2019

NADIE ME LO CONTÓ…YO ESTUVE AHÍ:
OPERACIÓN DE REBUSCA (SAR) DEL AVIÓN HÉRCULES FACH,  ACCIDENTE MAR DE HOCES (DRAKE) 2019
Historia contada por  CA (R) Ronald Baasch Barberis, Terzona 2019-2021

Esta historia se remonta al día 9 de diciembre del 2019 y se vincula al rol que asumió la Armada de Chile en las labores de rebusca de la aeronave Hércules de la FACH, siniestrada en el Mar de Drake durante su tránsito entre Punta Arenas y territorio antártico chileno.

Las circunstancias, razones técnicas o humanas que derivaron en este accidente no serán motivo de relato, análisis o juicio, sino que, por el contrario, tratará desde una mirada en primera persona, dar cuenta de los esfuerzos que en conjunto todos los actores vinculados desarrollaron para poder encontrar los restos náufragos del fuselaje del avión siniestrado.

Habiendo tomado conocimiento del accidente y como autoridad naval en la Tercera Zona Naval, con responsabilidad SAR hasta el Polo Sur, la primera prioridad que se asumió como mandatorio, fue obtener la ultima posición conocida de la aeronave, para luego iniciar la coordinación de todos los medios marítimos, navales, chilenos y extranjeros presentes en el área de operaciones.

Esta vasta área geográfica donde se produjo el accidente es una extensión marítima de aproximadamente 620 millas náuticas de largo, que corresponde a la distancia entre el Cabo de Hornos y la Península Antártica Chilena.

La Fuerza Aérea de Chile estableció como último punto conocido de la aeronave, una localización estimada justo en el punto medio de esa distancia conocida, lo que significaba fijar ahí el DATUM y desde ahí trazar un patrón de rebusca conforme a una serie de parámetros técnicos y medioambientales relacionados con el viento superficial, corrientes marinas en profundidad y superficiales, altura de la ola, entre otros.

Esta emergencia puso en acción no solo a la FACH y la Armada de Chile, sino que también a la comunidad internacional, siendo específicamente los países con operaciones antárticas vigentes, los que primero acudieron al llamado de apoyo en las operaciones.

Argentina, Reino Unido, España, Brasil, Estados Unidos, Alemania, Uruguay y Perú junto a naves y embarcaciones civiles y deportivas presentes en la Antártica en esa fecha se pusieron a disposición de la operación SAR que Chile lideró. Por parte de Chile, el OPV Fuentealba y el buque multipropósito Sargento Aldea, que por primera vez en su historia participaba en una campaña antártica, asumió como comandante local en la escena y le fue entregada la misión de actuar como buque de mando y control en el área de operaciones, siendo una verdadera Torre de Control para las operaciones aéreas locales y también como el coordinador de los esfuerzos del resto de los buques de otros países que concurrieron al área, asignando áreas de rebusca y centralizando la recuperación de cada uno de los restos flotantes encontrados.

Esta fue una operación, que por su naturaleza y resultados, era una tragedia para Chile, nuestra Fuerza Aérea y para los familiares de las víctimas; sin embargo, desde una mirada de cooperación internacional, fue una operación internacional sin ninguna fase de entrenamiento o preparación previa, multidisciplinaria y cargada de esos valores y tradiciones navales que hacen que las Armadas del mundo y todos aquellos que convivimos con la inmensidad de los océanos entreguemos lo mejor de cada uno para el éxito de la misión encomendada.

Especial mención le cabe a un equipo de científicos e ingenieros hidrógrafos y oceanógrafos del SHOA, quienes para esta emergencia y ante las circunstancias que apremiaban, desarrollaron una nueva metodología de análisis y cálculo de deriva de objetos flotantes en el mar, que contribuyó directamente a direccionar la búsqueda de los restos náufragos en la inmensidad del Mar de Drake y que permitió, finalmente, recuperar elementos y dar tranquilidad a muchas familias de tripulantes de ese avión de la bandada que no volvió.

Nadie me lo contó…yo estuve ahí.

 

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